Actualmente, los especialistas no saben cuál es la causa exacta de que un hecho traumático pueda generar este síndrome en unas personas, pero no en otras.
En estos casos, los genes, las emociones y la situación familiar juegan un papel importante. Es posible que traumas emocionales del pasado aumenten el riesgo de padecer este trastorno después de un acontecimiento traumático reciente